180 grados

Es curioso cómo la vida de repente se mueve, y del punto más oscuro puede pasar a la posición más inverosimil en instantes. Hace 15 días parecía que el horizonte se oscurecía insanamente... y hoy, situaciones, que no obstante ser superficales, no dejan de dar cierto sabor a Ego inflamado... Resulta que llego un día a dar mi clase, muy quitado de la pena, sin meterme con nadie, cuando un par de alumnas salen a mi encuentro y se disponen a saludarme como todos los días... la primera transcurrión sin mayores contratiempos... al momento de saludar a la segunda, noto como la mano izquierdase coloca en una pocición tangencial a la baja espalda, mano que a en la medida que nuestras mejillas se encontraban en el saludo cotidiano... la mano resbaló de forma descendente hasta colocarse justo en el centro mismo de mi gluteo derecho... hasta ahíuno puede pensar que va con las mejores intenciones; lo que me hizo dudar fueron un par de pequeños pero firmes apretones, que provocaron mi inmediata reacción de "Quihubo!!!, para eso son pero se piden"... Obteniendo por toda respueta una sonrisa (perdón por el tratamiento tipo Corin Tellado, pero así salió). He pensado en demandar por acoso, en solicitar una orden de restricción, o simplemente solicitarle consejos de desfachates, que tanta falta me hacen. Lo único que sí puedo decir, es que es la primera vez que soy el objeto sexual de alguien... y que por lo menos, hasta el momento... ha funcionado para alegrarme la semana, colocarme una sonrisa de largo plazo e inflamar mi ego. Yo no sé por qué las mujeres se quejan tanto... es chido ser objeto sexual... mientras no maguyen...

El Pegaso y la Latino, frente al Palacio de Bellas Artes


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