Tiempo fuera

Me está dando por las etapas reflexivas... demonios con la madurez... por más que corres llega a alcanzarte tarde o temprano; aunque a veces intentamos disfrazarla de chiste idiota, gesto patético o broma sin sentido. Cuando te das cuenta ya está ahí, y como en "The Wiz"... no puedes ganar, no puedes empatar ni puedes dejar el juego. Pero este no era el motivo inicial de este post que es el de hacer la primera pausa del año y, a riesgo de sonar más común que corriente, hacer el recuento de los daños... Recién termina, alabado sea el Rabababa Orgánimus, el mes del amor y con él, el primer bimestre del año. Puntos positivos: empecé y sigo haciendo ejercicio de harina y huevo (caray!! a la vejez viruela); la decisión y puesta en marcha de cerrar círculos pendientes continua sin visos de detenerse (no!! si te digo que cuando me decido... a veces hago las cosas); seguir dando clases en la UniMex me ha colocado anímicamente en uno de mis mejores momentos, me siento bien y... puede que hasta feliz; parece que estoy en un enésimo aire de atracción ( cosa que a estas alturas del partido es más angustiante que regocijante); la llegada de mi sobrina Regina me ha regalado una enooorme sonrisa diaria; lazos que recién empiezan a forjarse con la timidez del "quién eres" en este nuevo mundo del blog; finalmente, el reencuetro con amistades entrañables quienes a pesar de las distancias jamás estarán lejos. Lo negativo: tres personas que han decidido que no las acompañe más en su andar por el mundo, una nostalgia por una etapa que jamás entendí, y una relación que no se da cuenta de su propia ausencia. Después de este breve vistazo, me parece que voy con un saldo a favor bastante holgado y con las negras intenciones de ponerse cada vez mejor...

El sínodo de San Valentín

llegué a la otra orilla... por fin terminó esta semanita que tuvo la peculiaridad de tener justo en el centro en día del "amor y la amistad"... en donde uno debe "por decreto" ser feliz... No sé si es mi espíritu rebelde, mi capacidad intelectual superior, o simplemente que soy un inche contreras (la única opción real por cierto) que durante esta festividad mi habitual estado apacible (jajaja) cambia por completo... He intentado más de una vez alienarme junto al grueso de la población que suspira por un globo metálico estampado con la leyenda "I Love You"; o que se derrite ante la presencia de un paleta colorada con encoltura de la ratona Mimi; o que siente alcanzar el cielo cuando "aquel" se presenta con un frasco rebosante de chocolates kisses de Hershey. Donde quiera que camines o voltees, habrá alguien derramando cursilería, miel y mal gusto por todos los poros de su piel. Individuos, hombres y mujeres que durante 24 horas o menos olvidan 364 días de haber sido unos auténticos hijitos de la chingada...51 semanas de golpes, insultos, vejaciones y mentadas terminan siendo permutadas por un pinche ramo de rosas salvajes de 200 pesos. En fin, por fin terminó la fiebre amatoria y la gente vuelve a sus actitudes cavernícolas... vuelvo a sentirme en casa

Un instante

Este instante nació, como todos los intantes, en el momento menos esperado. Producto de un encuentro fortuito y apasionado arrebato entre doña Azar Lazcano Careaga Martínez y don Aleatorio Peñafiel y Somellera. Como cualquier instante, era desbocado, visceral y muy poco dado al raciocinio... creció grande, bueno, todo lo grande tomando en cuenta los 165 centímetros de su progenitor... sonrosado, bien dado!!!!... Nuestro instante no supo lo que era la medida, la pausa, el respiro; y dedicó toda su existencia a alimentar su muy particular visión del mundo. Pero como suele ocurrir en la tragicomedia nacional, jamás tuvo conciencia de su propio ser, jamás supo que así como era intenso, también era fugaz... no supo que su tiempo correspondía al de unos ojos mirando sobre una taza de café... o a la de un cigarro buscando desesperadamente un encendedor afuera de la discoteca... o simplemente en una espalda recostada en un colchón posturopédico... Un tiempo para el que ahora, él ya no tenía tempo.
Nuestro instante habita ahora un obscuro rincón del hipotálamo de su creador... arrumbado sin futuro ni presente... acumulando polvo sobre los hombros amarillentos por la falta de pasión... Resignado a convertirse en la sombra de lo que pudo haber sido si tan sólo se hubiera regalado 1 milisegundo para reconocerse; un instante que debió aprovecharse.

¿Qué pasó?

- ¿Quieres andar conmigo?
- Sí
- mmmmmmm... ¿sabes?, creo que mejor quedamos como cuates
- Como tu quieras... está bien

Esta maldita capacidad de convencimiento... arrolladora, aplastante, avasalladora... ¿¿¿¡¡¡por qué dejó de funcionar a los 8 años!!!???...
Esos son los verdaderos misterios de la vida...