sábado, 10 de marzo de 2007

Una pura y dos con sal

Esta semana próxima pasada estuvo llena de constrastes... por un lado se celebró el día internacional de la mujer y todo fue establecer posiciones a favor y en contra de tal hecho, yo como siempre, fiel a mis convicciones de repeler cuanta celebración exista que obligue a reconocer algo o a alguien que debería ser admirado, reconocido y valorado sin necesidad de protocolización, mandé al carajo los parabienes y me dediqué a padecer las posiciones machistas y feministas a lo largo del día... lo bueno es que la rispidez dura sólo 24 horas... lo demás son paparruchadas.


Teorizando
Caminado por una de las calles de esta ciudad de los Imecas, al dar la vuelta en una esquina... ví a lo lejos la figura de un bulto gris moviéndose acompasadamente de un lado a otro como péndulo, cosa que por obvias razones llamó poderosamente mi atención. Se trataba de un indigente, cabellos largos y cebosos y ropa que por debajo de las costuras dejaba escapar la ilusión del color perdido con los años... Esto me llevó a pensar en algo que, a ciencia cierta no sé si lo leí, me lo platicaron o ya de plano lo soñé... pero un sector de los analistas sociológicos establecen que gran parte del stress y la preocupación del ser humano consiste precisamente en la latente posibilidad de perder lo que se posee. De acuerdo a esta postura, el rico sufre se ataques cardiacos, taquicardias y demás a causa de que siempre existe la posibilidad de perder lo que tiene y que ha de dedicar su vida entera a conservar lo mucho o poco que ha logrado recolectar... De ahí mi mente regresó a nuetro indigente en cuestión... y según esta línea de pensamiento, si no posees nada, nada te preocupa... la respuesta a la caída de socialismo y el utópico comunismo no sería darle a todos lo mismo, sino desproveerlos incluso hasta de lo elemental. Sólo así el hombre estaría completamente libre de ataduras, materialismos y preocupaciones... No hay nada qué perder, es la mejor manera de librarte del stress... Esto es precisamente lo que venía pensando justo al pasar a su lado... cuando escucho "chingaos... ya'starde!!!... jovenazo, jovenazo... quíhoras son poráhi!!!".
Demonios, otra teoría social que explica la naturaleza humana que se va al caño... por la naturaleza humana.

No hay comentarios.: