Ha pasado mucho tiempo desde que me ausente de estos lares. No saldré con la tontería de achacarle a mis múltiples actividades el haber abandonado este pobre ejercicio de las letras. NO era otra cosa más que, a pesar de que han sido más de cuatro meses, no encontraba algo digno de relatarse; no lo son mis clases, no lo son las maestrías y desde luego que el inglés dista mucho de emocionante y generador anecdótico. Sin embargo, hoy puedo decir que el último mes ha sido pródigo en motivación y hoy ha explotado en mis manos la necesidad de volver a usar esto como terapia ocupacional.
No sé a qué se debe, pero les contaré que invariablemente y pos cuestiones, a veces propias y otras ajenas, el asunto del amor no se me da àrticularmente fácil; al contrario. Como algunos de ustedes saben, me dedico a impartir clases de universidad... para no hacerles el cuento largo, surgieron un par de oportunidades de tener algo con un par de alumnas... sin embargo, y antes de que echen avolar su imaginación, siempre he preferido dejar la deicisión de tener algo hasta que el curso termine... llámalo ética, moral o estupidez, así soy... el caso es que al concluir los cursos, ambas opciones se han comenzado a diluir en el horizonte; no sé por qué... bueno, tengo una idea... las relaciones entre figuras de autoridad y subrdinados, léase en este caso, maesto-alumno, siempre está de por medio el espacio sobre el que se generan. Cuando el espacio cambia, la relación cambia... y la percepción cambia... más claramente, no surge el amor a la persona sino a la figura... cuando dejas de ser figura, el sentimiento se va...En fin, por lo menos srvió de algo... estoy de vuelta aquí...
sábado, 15 de diciembre de 2007
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